sábado, 20 de abril de 2013

Reseña: 'El Libro de la Alquimista' de Lena Valenti

Título: El Libro de la Alquimista
Autora: Lena Valenti
Saga: Vanir VI
Editorial: Vanir
Páginas: 508
ISBN: 9788493933890

Dos mil años sin sentir nada son demasiados, incluso para un inmortal como Cahal McCloud. En el pasado, los dioses Vanir lo castigaron por violar las leyes y lo relegaron a una eternidad sin emociones, convirtiéndolo en un crisol vacío, hasta que encontrara a su pareja de vida y esta le devolviese todo lo perdido. Pero nunca imaginó que su cáraid estaría de parte de Loki y sus jotuns, que lo secuestraría y lo torturaría durante interminables y agónicos días. Ahora, por fin, las tornas se han cambiado, y es la científica quién está a su merced. Su sangre le dará un enorme poder, el druida en él despertará y su secreto don será requerido en la lucha contra Lucius y Newscientists, pero nada le importará más al vanirio que vengarse de su verduga. Aunque su alma esté eternamente atada a la de él, aunque los destruya a los dos, llevará a cabo su cometido hasta las últimas consecuencias. Él no se pudo proteger de ella, ahora nadie la podrá proteger de él.

La científica no entiende lo mucho que a cambiado su visión de la realidad en tan poco tiempo. Ella creyó que trabajan para los buenos, pensó que sus conocimientos se hacían servir para erradicar el mal. Pero estaba equivocada. La engañaron vilmente. Aquellos que creía que eran sus amigos, son sus enemigos; y ahora ese rubio tan hermoso a quien ella había maltratado, que afirma no ser un vampiro, la ha secuestrada, y la quiere forzar a entrar en su mundo nocturno de un modo cruel y autoritario, obligándola a aceptar cosas de ella misma que ni siquiera sabía y forzándola a revelar una información que sólo ella sabe. La joven luchará por mantener vida su esencia, por salvaguardar el descubrimiento que Lucius y Newscientists anhelan saber, y peleará sobre todo por mantener en pie las murallas que resguardan a su corazón. Aunque el vanirio las dinamite.

Todavía no se han recuperado todos los tótems, la profecía del noaiti encaja sus piezas, Heimdal ha desaparecido y es urgente dar con él, Lucios ambiciona el conocimiento de su ex científica y vanirios y berserkers harán de tripas corazón para proteger a la fría mujer del druida del clan keltoi.
Libros anteriores:
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Tras dos libros centrados en las Valkyrias y sus Einherjars y en cómo logran recuperar dos de los tres tótems de los dioses que han sido robados por los secuaces de Loki para acelerar la llegada del Fin del Mundo, de nuevo nos adentramos en otra historia de amor entre vanirios, recuperando viejas caras y personajes cuya presencia en esos dos libros fue escasa o inexistente.

Cahal McCloud, druida del clan Keltoi, poco después de que los dioses lo convirtieran en vaninio, junto al resto de su clan, tuvo la osadía de tomarse la justicia por su mano y los dioses le castigaron por ello, maldiciéndole con una eternidad muerto en vida, sin sentir absolutamente nada: ni dolor, ni tacto, ni pasión, ni hambre... Y los dioses ya se lo advirtieron: sólo recuperaría sus sentidos y su poder como druida cuando encontrase a su cáraid, una mujer que le haría explotar en su ser de golpe todas esas sensaciones hasta entonces bloqueadas; la persona destinada a ser su pareja sería la que más dolor le causaría. Así, dos mil años más tarde, y cuando la lucha con los jotuns y los secuaces de Loki está más activa que nunca, Mizar, una humana superdotada que trabaja para los malos se convierte en la amarga droga de sus sentidos, en su verdugo más temido.
Pero tras meses prisionero y siendo torturado por esa dominatrix sin sangre en las venas y decidida a destruir a los de su especie, recuperará su libertad y se la llevará consigo para pagarle con la misma moneda. Al menos ese será su planteamiento inicial pero...

¿Podrá llevarlo a cabo? ¿Logrará que Miz abra los ojos a la realidad de la que ha sido privada y reconocer lo que su corazón tanto se niega a admitir? Desde luego, Cahal no descansará hasta conseguirlo.

Lena Valenti sigue construyendo un mundo que nos abduce desde la primera hasta la última página. La premisa de las relaciones siempre es la misma: personajes marcados por hechos de su pasado, dones ocultos que sólo sus parejas de vida pueden volver a despertar, guerreros posesivos y territoriales cuando hallan a la mujer de sus vidas, mujeres guerreras dispuestas a luchar por lo que consideran correcto... Un bucle constante que se repite en cada libro de la saga con un acierto del 100% (aunque puede que en un momento dado llegue a cansar más de lo mismo. De momento no es el caso). Cada personaje está labrado con tanta fuerza, con tanta personalidad y con tanta individualidad que, pese a que siga existiendo esa premisa común en torno al choque de titanes y a la paulatina aceptación entre vanirios y cáraids, esos pequeños rasgos diferenciales en sus personalidades, sus procedencias (ya sean humanas, vanirias, druidas...) y, por supuesto, la trama tan bien hilvanada y desarrollada con magníficos escenarios de acción y con diálogos muy divertidos y originales, dándole el toque de humor a ciertos momentos para hacer la tensión más llevadera, hacen de cada historia un libro único y especial.

—¿Dónde están «miz» gafas?
Daanna escupió el café, y Menw se partió delante de su hermano. Cahal puso los ojos en blanco.
—No te lo tomes a mal, brathair —dijo Menw—, pero reconocerás que la chica no ha entrado con tan buen pie como para ganarse el título honorífico a «Miz Zimpatía».
Daanna se dobló sobre sí misma ahogándose en sus propias carcajadas.
—Está bien, chicos —Caleb levantó una mano y se limpió las lágrimas de la risa—. Vamos a tener un poco… un poco de… —le faltaba el aire—, de «mizericordia».
—Qué cabrón —murmuró Cahal con una sonrisa—. Que os den a los tres.

Cahal destaca por la situación que ha tenido que soportar y ocultar a los demás de su clan durante más de dos mil años. El estar desprovisto de sentimientos lo ha protegido de la sed de sangre que tarde o temprano suele embriagar a los vanirios que aún no han conocido a sus parejas de vida, pero también le ha privado de su don como druida del clan Keltoi. Y se ha pasado esos dos milenios buscando a aquella mujer que despertaría sus sentidos entre piernas, piernas y más piernas, sin éxito alguno, sin poder volver a sentir nada, ni siquiera el disfrute en el sexo con todas esas mujeres al azar. De ahí su imagen de playboy, sexy, deslenguado y zalamero. Su existencia ha consistido en fingir los sentimientos y emociones para con los demás, con el propósito de evitar que personas como su hermano Menw descubra la maldición con la que le castigó los dioses.

Mizar, en cambio, es una mujer que se ha cerrado a los sentimientos, ella misma se ha forzado con el paso de los años a impedir que los sentimientos humanos la abrumen. Cuando era apenas una cría vio por sus propios ojos cómo unos vampiros acababan con la vida de toda su familia y, desde entonces, decidió negarse a las emociones para evitar sufrir por sus seres queridos, e igualmente alejarse de los hombres, quienes cree que sólo existen para hacer daño a las mujeres. Pero Cahal hará todo lo que esté a su alcance y más para lograr que esa alquimista superdotada se rinda de una vez y exprese a los cuatro vientos lo que su mente tanto se niega a admitir: que lo ama, que es su cáraid y que nunca jamás se separará de su lado.

Cuando el uno se vio en el otro, el tiempo se detuvo lo suficiente como para reconocer en ese silencio lo que ella nunca se había atrevido a aceptar y acababa de descubrir. La primera verdad universal que se le había revelado: le gustaban los hombres.
O, al menos le gustaba él.

En cuanto a la relación... por parte de Cahal veremos inmediatamente que, por mucho que quiera hacer sufrir a Miz por el dolor que le infligió durante las innumerables sesiones de tortura en las instalaciones de Newscientists, sus instintos recién despertados y su conocimiento de que es su cáraid le impedirán torturarla más allá del placer sexual, jugando con su cercanía para que sea ella quien poco a poco se rinda a él y reconozca la atracción irremediable que existe entre ellos, aunque para lograrlo Cahal tenga que hacer uso de alguno de sus trucos mentales. Cahal intentará que los cimientos de la relación estén construidos sobre la confianza, pero la confianza ha de circular en doble sentido y Mizar tendrá que abrir los ojos a la verdad: la compañía en la que trabajaba, Newscientists, es la verdadera amenaza, dirigida por vampiros y lobeznos (los mismos que mataron a su familia), que sirven a Loki y que buscan iniciar el Ragnarök y acabar con los vanirios y berserkers, los verdaderos defensores y protectores de la raza humana.

Me ha encantado volver a ver en este libro a personajes que bien eché en falta en los dos anteriores: Caleb, Aileen, Adam, Ruth, Danna, Menw, As, María, Liam, Nora, Noah, Nanna... Sobre todo Noah, cuya historia cada vez me tiene más en vilo. Ya he perdido la cuenta de cuánto tiempo llevo mordiéndome las uñas y esperando un libro que nos relate la verdadera historia de Noah y cómo conseguirá a su kone. En este libro se nos ha revelado un poco más y espero que no pase mucho hasta que Lena Valenti nos dé el gustazo de disfrutar de su historia. Noah es un personaje que, por poco que aparezca en cada libro te cautiva con su forma de ser, personalidad e inquietudes, y si el epílogo encima me lo dedica a él... ¿significa que ya falta poco para El Libro de Noah/Nanna? ¡Por la diosa Freyja, ojalá!

Como punto negativo... las innumerables faltas de ortografía que me he encontrado en la edición: desde letras que faltan en una palabra, letras movidas de sitios, v y b que bailan como les da la gana... y de comas duplicadas ya ni hablemos. No hacen imposible la lectura, pero acostumbrada a libros anteriores impolutos o con uno o dos despistes, encontrarte con esto te chirría un poco.

Y un minipunto negativo, y ya es algo personal porque soy negada a la ciencia y no soy como Sheldon Cooper de Big Bang Theory... cada vez que Miz hablaba de antimateria, átomos y todos sus derivados imposibles de recordar y escribir si no estás licenciado en astrofísica o sucedáneos, me resultaba sumamente pesado y aburrido. Comprendo que se tenga que explicar porque forma parte de la trama principal, pero se hace muy extenso y pesado para personas que, como yo, todo eso le suena a chino mandarín. Más de una vez pensé en saltarme esas partes de los diálogos, aunque al final me las tragué de cabo a rabo a fuerza de voluntad xD.

'El Libro de la Alquimista' nos cautivará como todos los anteriores de la saga Vanir. Cahal y Miz gozan de una relación y personalidad arrolladora que nos enfurecerá y enamorará a partes iguales, y el regreso de antiguos personajes y la proximidad del fin de los días hará que el corazón se te desboque.
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